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lunes, 7 de mayo de 2012

*Esta ha sido la entrada más emotiva hasta ahora, y me gustaría que la leyesen con el corazón, así que si estás haciendo algo, déjalo y pon tu concentración completa aquí, o léela cuando estés desocupado. Gracias.*

Plenilunio de Mayo, Súper Luna de las Flores.
Nuevamente en mi azotea, después de un mes, regreso para recostarme en un asiento y sentir la brisa, ver las aves volar en el cielo, y liberar mi mente; mandarla a volar junto a mi corazón. Mañana doy examen importante, pero por ahora eso no importa. Esta vez subí más temprano, así que el cielo aun está claro. Lo veo y no hay muchas nubes, y es motivo de alegría: podré ver la luna sin problemas. El piano es nuevamente espectador de las primeras líneas escritas. Me detengo a ver el cielo, y el hermoso manto celeste está despejado. ¡Qué domingo para más interesante! Mi nueva compañera es la guitarra, y el viento agita mis cabellos, es raro; no creí tener el cabello tan largo como para poder verlo. El sol ya se ha ocultado y pronto comenzará a oscurecer. Creo que es bueno que me levante y disfrute del paisaje, talvez caminar un poco y seguir escuchando música. Creo que la caminata que di me hizo bien, y una canción me hizo recordar un sueño. El sueño de hoy. Estaba parado frente a un muro que daba a la nada, y que apenas me chocaba a la cintura, me desvanecí y caí, pero dos brazos me sostuvieron, evitaron mi caída, y me abrazaron. Yo seguía de espaldas, pero sentía la respiración de alguien más en mi nuca, y lágrimas que caían en mis hombros. Tan solo volteé y lo vi. Era él. Le di un abrazo y el lo contestó. Yo también comencé a llorar, y de pronto el clima se tornó más cálido, más armonioso, más pacífico. De pronto desperté y me sentía mal, así que cerré los ojos e intenté volver a ese hermoso momento. Lamentablemente no lo logré, pero si me quedé dormido. Me desperté nuevamente y, decepcionado por el resultado, me acurruqué en mi cama, e imaginé a David junto a mí, abrazándome; y recuerdo haber derramado unas lágrimas. Me pongo de pie y veo una estrella muy brillante, mi primera compañera de la noche, pero aun sigo esperándote, amiga mía. Ya está más oscuro pero nada. Luna hermosa, muéstrate, que necesito de tu iluminación y sabiduría. Tengo frío. Mucho frío.
Comienzo a ver más estrellas, y me doy cuenta que la noche ha comenzado. El cielo está en un matiz entre morado y celeste oscuro. ¡No te vayas! No me dejes, no porfavor. No te importó lo que dije; te fuiste y me dejaste, estrella hermosa. Eras mi única compañía, en mi espera a la luna ausente.
¿Qué pasaría si me voy? ¿Si Walther muere? ¿Si me pasa algo? ¿Si de pronto, de un día para otro, desaparezco y dejan de saber sobre mí? Es triste pensar que no pasará nada, que no me extrañarán, que no le haré falta a las personas que más quiero, o que esto no será doloroso para alguna persona, Intentar imaginar una circunstancia en la que yo tenía que irme y haya una fecha establecida para mi partida y que David sepa de eso, y no haga nada. Es cierto que ambas partes deberían poner de su parte, pero tampoco es justo que solo sea a mí a quien la situación le afecte; que sea yo quien tiene el dolor en el alma, y que pareciera que a él le da igual; que yo sufra y eso no le tome mucha importancia. Parece injusto. ¿Y si estoy a unos meses de morir y él lo supiera? Y que no haga nada para mejorar las cosas, o esa clase de cosas me mata el alma, y es duro. Muy muy duro. Lo que siento ahora es muy parecido a lo que sentí antes, con todos esos falsos y anteriores 'mejores amigos'. ¡La luna! Estás ya en lo alto, después de una magnífica transformación de color y un increíble espectáculo de ascenso. Ya estás arriba, acompañándome. Repentinamente oigo una y otra vez los nombres de los protagonistas de mi pasado, y cada vez esos nombres tumban más a mi corazón. Ya ha ingresado y todos los recuerdos están ahora en mi corazón. Han salido y lo único que hacen es herirme y lastimarme; pero entre todos ellos resaltan 5 nombres, y esos me empujan al abismo de la tristeza. La melancolía ha invadido mi ser y miles de imágenes (unas nítidas, otras borrosas) pasan por mi cabeza. Momentos especiales para recordar, promesas rotas, momentos felices y tristes.. El llanto es inevitable, recordar todo esto con las canciones que estoy oyendo ahorita, es realmente algo terrible. MAURICIO.. GABRIEL.. CARLOS.. ANDRÉS.. DAVID.. Esos nombres no dejan de resonar en mi corazón ni en mi cabeza, y abren heridas en todo mi ser. Me doy cuenta que los extraño, a cada uno. Extraño cada momento que pasamos juntos; y recuerdo también cada momento que pasé con cada uno de ellos, cada lágrima que derramé, cada herida que me hicieron, y todo el dolor que me causaron. Amor, odio, alegría, tristeza, melancolía, ira, enojo.. qué mas sentir, y cómo detener esta rueda de recuerdos que pasa por mi cabeza; y persona por persona, cada uno regresa, para conversar conmigo y hacerme recordar de todo lo que pasamos juntos, y cómo fue que cada uno me lastimó; pero a pesar de que me hayan herido una y otra vez, nunca dejé de quererlos, ni variar la intensidad de mis sentimientos. Para mí, pasara lo que pasara, siempre estaba dispuesto a perdonarles todo, y olvidar los problemas con los que chocábamos. Lo de seguir queriéndolos era fácil, pero olvidarlos no. Cada problema que se avecinaba, de quien haya sido la culpa, ellos (menos David, aún no hay problemas) se enojaban conmigo y me despreciaban cuando intentaba aclarar las cosas. Yo siempre fui el que intentó todo sacar adelante esas amistades sin importarme nada, y para ellos siempre fui su perrito fiel; ese amigo que seguiría detrás de ellos, velando por su seguridad, bienestar y felicidad; aunque ellos fueran malos conmigo. Sabían que nunca les negaría la ayuda y siempre les tendría la mano extendida, y ellos se aprovechaban de eso. En un principio creía, inocentemente, que talvez era alguna casualidad o algo no intencional, pero el tiempo me dio la contra, y me di cuenta que estaba equivocado, no tenía la razón. Nunca la tuve. Nunca me ha gustado actuar como un sufrido o algo por el estilo, pero yo realmente fui maltratado por mis seres más queridos de maneras muy crueles e injustas. ¿Hacerse amigo de alguien tan solo para sacarle información que después compartirá con sus amigotes? ¿Hacerse amigo de alguien para beneficiarse de él sin que éste lo sepa? ¿Hacerle creer a alguien que son amigos verdaderos para después hacerle falsas promesas y revelar secretos que alguna vez le fueron confiados? ¿Hacerse pasar por una buena persona y después quitarte la máscara y mostrar tu verdadera forma? ¿Ser cruel con alguien que quiere ser feliz a tu lado y que tú lo seas al suyo? ¿Les parece justo esto? ¿Cruel? ¿Correcto? ¿Humano? Pues yo creo que no, no, no y no. Levanto la mirada y observo a la esplendorosa luna, sorprendente testigo de tantos sucesos tristes, alegres, traumáticos, , otros locos y enfermos. Las estrellas alrededor se muestran invisibles ante la gran luz emitida por esta Súper Luna de mayo. Acabo de mirarla fijamente, y en el horizonte hay alguien acercándose, y en el cielo está el rostro de David. Sí, nuevamente, aquí está él. Tengo tanto frío que las lágrimas han detenido su curso, y ahora solo esperan el anuncio de la llegada de otro momento triste para salir a la luz; y la llegada de David les ha dado la señal. Regresa el profundo llanto y ese sentido de vacío en lo profundo de mi corazón y en el centro de mi pecho. Esto es algo contradictorio y lo sé, pero así de extraña es la vida, ¿no? No sé por qué, pero en estos últimos días, cuando pienso en él, el vacío de mi pecho se hace más notorio. Aun recuerdo cuando él estaba a mi costado, y escribió una oración muy hermosa: "..y a partir de hoy daré todo de mí para sacar a esta amistad adelante..". Recuerdo que cuando lo leí casi derramé una lágrima, pero la guardé en lo profundo de mi corazón, y cuando él terminó de escribir, le pedí un segundo abrazo (el cual disfruté más que el corto e interrumpido primer abrazo). Es así como sigo pensando en lo mismo, que aun las cosas no van bien, y que cada vez tengo menos fuerzas para luchar, y más miedo porque ambos sabemos que algo terrible se avecina. Aun esto es duro, pero él no sabe aun lo que yo siento porque no se lo he revelado a alguien hasta ahora; y mis fuerzas se acaban, y siento que me rendiré, no porque quiera, sino porque ya no pueda levantarme; y abandonaré esta batalla. Vuelvo a levantar la mirada hacia la luna, y solo quisiera que él estuviera mirándola en este mismo momento, que la luna llegara a entregarle mi mensaje: un te quiero mucho, un te necesito, un te extraño, y un quiero otro abrazo. No me importa si me humillo al actuar de esta manera u otra. Otra lágrima cae cuando miro fijamente a la luna y veo reflejada en una de sus manchas a dos amigos abrazándose. El cielo está muy despejado, y mi frío aumenta cada vez más, al igual que mi miedo y las ganas de desahogarme. El dolor de los recuerdos, la melancolía del momento y los ojos hinchados del llanto me desesperan y me incitan a cometer una estupidez. Tú, mi querida, ¿serás capaz de presenciar otro intento para callar las voces de mi cabeza y cesar ese dolor y el llanto? Tantas veces has sido presente de intentos de suicidio, que no me sorprendería si esta es una vez más. Tantas veces intenté lanzarme desde mi azotea, o cortarme las venas, brazos, muñecas o piernas.. atentados contra mi cuerpo que terminan en una lamentación y la curiosidad por saber qué hubiera pasado si lo hubiera hecho, y no sé en realidad. ¿Acabar con mi vida acabará también con mi dolor o mi sufrimiento? ¿Qué pasará con David? ¿Con mi familia? ¿Mis amigos? ¿Le afectará a alguien mi partida o todo seguirá igual? ¿Acaso alguien me extrañará? A veces me sorprende lo negativo que puedo llegar a pensar, pero es tan duro todo lo que me sucede. Y lo peor es que me siento solo y abandonado. Ese vacío en mi pecho y la soledad de mi ser no se van, y ya ha pasado una semana. Siento la adrenalina suficiente como para acabar con todo de una vez por todas pero no. ¿O sí? No sé. Me levanté para acabar con esto, y sí, estuve a punto. El muro chocaba con mis rodillas y el viento me tambaleaba cuando de pronto sentí el lamido de mi perra en  mi mano, ¡y me pareció algo tan tierno! Lo tomé como una señal de Dios, así que bajé y lo único que hice fue mirar a la Luna, y susurré mi secreto, ese secreto que trata de David y que no lo sabe nadie. Después de eso grité con todas mis fuerzas: ¡DAVID! Y no soporté más y volví a quebrarme. Me vuelvo a recostar, y solo pienso. ¿Qué pasaría si..? ¿Qué pasaría si no me hubiera detenido y hubiera llegado a caer? Y entonces mi mente comienza a procesar: el cómo cambiaría o influenciaría este suceso en su vida; pues solo tengo cabeza para fijarme en él. ¿Me extrañaría? ¿Le haría falta? ¿Mi muerte le dolería? ¿Mi partida al otro mundo sería tomada como un momento difícil de su vida? Sigo llorando, pero esta vez es con demasiada tristeza y dolor; y siento que lo único que me puede hacer sentir mejor ahora es acercarme a él y sentir que estaré junto a él para siempre. No quiero jamás alejarme o separarme de él, pero todo indica que la despedida tendrá lugar, y creo que eso él también lo sabe. Estoy privado; todo esto de mi muerte y su influencia en su vida me aterra, y creo que no puedo tener más frío, por ahora. ¡Duele! y, ¡mucho! Yo creo que esta situación solo logra hacerme imaginar sucesos hipotéticos horribles y me genera más lágrimas, pero no puedo hacer nada para que se detengan, y aun no quiero parar de escribir. Me duelen los dedos, pero me duele más el corazón. ¿Qué pasaría si estoy caminando y de pronto un imprudente chofer hace que su carro choque contra mí y sufro un accidente? Voy a un hospital o a una clínica, falto al colegio, ¿y qué pasa ahí? Alguien se preocuparía por saber algo sobre mí? ¿David iría a visitarme? Creo que hablo mucho de David, y talvez sea cierto; el mundo no gira a su alrededor pero mi mundo sí lo hace, y así como se han dado cuenta de eso, también se habrán dado cuenta que soy alguien bastante complicado, y que David no es un amiguito más; no. David es mi mejor amigo, y aunque aun no lo considere un hermano, sí le tengo un cariño bastante bastante especial (así con dos bastantes para enfatizar); y no me importa lo que pase: por ahora eso no cambiará. Continuar escribiendo se vuelve más difícil cada minuto que pasa. Estoy cansado, mis manos están cansadas, mis ojos están cansados, y mi corazón también lo está, mas creo que da para un poco más. Tiemblo demasiado y ya no puedo parar de tiritar. Yo tengo un sueño, y ese es un secreto que no puedo revelar, pero sí puedo decir que para muchos podría sonar algo tonto o simple, pero es MI sueño, y eso es lo que YO anhelo. Pero aun persiste la duda de mi corazón: el saber lo que piensa David de todo esto, saber si es que a él también le duele la situación en la que estamos, o si él también se esfuerza por sacar adelante a esta amistad., si es que él también lucha y sufre, si es que él es real o solo me utiliza, si es que valgo algo para él, o cuánto le importo e influyo en su vida. Los problemas que paso son demasiado fuertes y ya no sé que más hacer. Siento que David está lejos y no tengo un hombro amigo en el cual poder apoyarme. Todos los recuerdos pasados han vuelto y esto es muy difícil; en serio muy difícil. ¿Qué soy para David? Ese es el dilema. Ya no puedo más, mis ojos están demasiado hinchados. Tengo mucho frío y desearía que él estuviese aquí para que me ayude a acabar con estas lágrimas y con este dolor que siento. Un abrazo. Un abrazo en esta hermosa noche de luna llena. Un recuerdo junto a mi mejor amigo. Eso necesita mi dolido corazón. Y con la misma canción con la que inicié esta entrada, esta se acabará. Hermosa noche de Súper Luna Llena. Hasta pronto, amada mía.
Atte, Walther Adkins.
*Domingo 06 de mayo del 2012, del puño y letra escrito de 4:00 a 11:30 pm.


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