La vida es como una balanza. Todo se basa en arriesgarse o no. En poner la mano en el fuego o esconderla para no quemarte. En toparnos con ese frío muro donde está escrita la verdad y no entrar, o atravesarlo dando un portazo. En vivir nuevas sensaciones o sumirnos en la rutina. En recorrer el mismo camino una y otra vez o encontrar un atajo. En enamorarse perdidamente de alguien o rechazar cualquier sentimiento que nos asuste. En reír por cualquier cosa o en llorar por todo. En ser una persona única o imitar al resto. En decir sí o por el contrario, decir no. En no tomarse las cosas a pecho o en hundirse en un pozo de desesperación por palabras cargadas de veneno. En dejar pasar el tiempo sin hacer nada o en disfrutar de los momentos únicos que nos ofrece la vida. En ser feliz o en no serlo. En preocuparse de uno mismo o tener en cuenta a los demás. En pensar que todo es cuestión de buena o mala suerte o que realmente hemos hecho algo para merecerlo. En sentirse bien con uno mismo o en obligarse a no mirarse en un espejo por temor a lo que podamos encontrarnos. En decirle te quiero a alguien especial o callarnos esa confesión para evitar daños. En quedarnos llorando todo el día o levantarnos y secar nuestras lágrimas. En guardarnos lo bueno para nosotros o compartir los momentos felices con las personas que queremos. Puede que nos cueste tomar decisiones en algunas situaciones pero si lo pensamos bien, las tomamos todos los días desde que nos levantamos. Tú eres el que elige cómo empezar tu día.
By Kiara Salinas & Walther Adkins.
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